19 de junio de 2012

No mucho...

Y pasó el día sin mayores avances. Una que otra letra, puesta en algún archivo. Sin embargo, el día ha transcurrido con satisfacción. Es curioso, cómo la medida de la productividad no necesariamente está en la producción... a veces la quietud de la falta de producción trae bastante satisfacción. Ahora a conectar con esta luna nueva, a ver si se asoma la intención de ir más allá de simplemente escribir esto, esto que siento que carece de inspiración...

16 de junio de 2012

Dos o tres

- Y ahora qué querés decir?
- Nada. Es inquietante cómo has retomado viejas costumbres y has conocido nuevas prácticas. Cada uno ha traído su legado y lo has disfrutado.
- Si, demasiado, a veces quiero censurarte.
- No podés. Te pongo la voluptuosidad a los pies y vos la tomás, no podés evitarlo, te empujo para que posés tus labios en los de cada uno y sé que, en ese momento, estás perdido.
- Te hago fuerza, eremita. Intento dejarte atrás.
- Pero qué necesidad tenés de luchar conmigo. Entregate. Dejate ser. La vida no sólo es el discurso anquilosado de tus miedos, sino la libertad de poner en juego el riesgo. Vos dejate avanzar por entre las ramas, por entre las piernas, por entre los atardeceres, por entre las miradas, por entre los tragos, por entre las tonadas, por entre las sonrisas, por entre...
- Ssssshhhh... por entre tus laberintos en que te gusta dejarme perdido, no?
- Si no es perdición, es rendición. ¡Rendite! No vale la pena. Has silencio tu... vuelve a escribir, a leer, a follar, a tomar, a reirte a carcajadas, liberate, que bastante que te has jodido.
- No sé... te abrazo, sin remedio.
- Y yo a vos, no te quiero matar. Solo ponerte a vivir de nuevo, una vez más.

¿Re-tomar?

Ayer???
Si, ayer, me permitieron recordar la presencia de este lugar...
Lugar???
Pues si, es un lugar, no parece tener espacio físico más que en unos bits, sin embargo es un lugar: lo visitan, pasan por él, cuelgo cosas, comentan... un lugar.
Decía, me han permitido recordar que tengo este lugar disponible. Agradezco profundamente esa posibilidad. La inspiración tal vez no sea lo mío en este momento, sin embargo quiero recordar, recordar que puedo escribir, recordar que mis dedos pueden bailar con el ritmo de mis ideas, de mis emociones, de mis sensaciones. Quiero recordar que el olvido no es más que un falso vacío, otro lugar como este, en el que las cosas siguen teniendo su vida, mientras las intentamos ignorar, mientras inconscientes de nuestros movimientos sonreímos.
Los movimientos de las zonas profundas emergen cada que les provoca, nos sacuden, hacen temblar los cimientos y atemorizados, corremos a ocultarlos, pero los movimientos nos empujan, no nos dejan en paz, nos sacuden, ya dije. Ante la sacudida y la resistencia, solo queda el cansancio.