29 de diciembre de 2009

Palabras prestadas


Leyendo el libro de Italo Calvino, Mundo escrito y mundo no escrito de la Biblioteca Calvino de Editorial Siruela (2006), (Es un duro este hijuemadre, no sé Danae porque no lo hemos estudiado más juntos, creo que tu sola si, pero no conmigo) encontré pasajes que merecen la pena ser retomados. Este libro es una compilación de textos de él, por ello cada párrafo tiene su referencia específica.

"No depende de los escritores sino del paso del tiempo. Cuando yo empecé a escribir, hace quince años, parecía que lo natural era escribir con objetividad: daban ganas de escribir la historia de todos los que iban por la calle. Hay momentos en los que las historias están en las cosas, es el propio mundo el que tiende a contarse a sí mismo, y el escritor se convierte en un instrumento. Y hay momentos -como hoy en día- en los que le mundo por sí solo no parece tener ganas, en los que en las historias del prójimo ya no se lee una historia general, y entonces el escritor sólo puede contar el mundo en relación con él" (Respuestas a 9 preguntas sobre las novelas, Pág 36, 1959)

"Quizá la lectura sea ya un robo. Hay algo que está ahí, encerrado, dentro de ese objeto del que se presupone que tiene algo encerrado dentro. En cada lectura hay un forzamiento, hay un robo con violencia. Naturalmente, los cuadros y las obras literarias se construyen con esa intención, para ser robados de esa manera. Igual que el laberinto está construido con la intención de que nos perdamos, pero también para nos encontremos en él" (Robos con arte - Conversaciones con Tullio Pericoli, Pág 73, 1980)

"Y el lenguaje es de la máxima importancia porque para mantener despierta la atención del lector es preciso que la voz que le habla posea cierto tono, cierto timbre, cierta viveza. La opinión más corriente es que se exporta mejor un escritor que escribe en tono neutro, pues plantea menos problemas de traducción. Pero también creo que ésta es una opinión superficial, porque una escritura gris sólo puede tener valor si el sentido de la grisura que transmite tiene un valor poético, es decir, si ese gris es una creación muy personal; de otro modo, nadie sentirá deseos de leerlo. La comunicación debe establecerse a través del acento personal del escritor, y esto también puede darse en un nivel corriente, coloquial, no muy distinto del lenguaje del periodismo, más vivaz y brillante; y se puede establecer una comunicación más intensa, más íntima y más compleja, como la de la expresión literaria" (La mejor manera de leer un texto es traducirlo, Pág 81, 1982)

"El traductor literario es el que se pone en peligro a sí mismo para traducir lo intraducible" (La mejor manera de leer un texto es traducirlo, Pág 81, 1982)

27 de diciembre de 2009

Palabras ajenas

Según sus palabras puede ser leído en cualquier orden, añado yo que un poco jugando, como en la Rayuela de Cortázar (Guardando las proporciones, no?). ¡Así que a brincar muchachos y muchachas!

"Veo notas y recuerdos, a veces son rutinas ... de camino a casa veo nubes pasar... ausencias tardías y sueños lejanos, pero hoy tomaré mi boina y saldré... no viviré del pasado, mi presente toma mi mano y mis pies se adelantan, les digo: esperen q yo iré también... son solo impulsos, un segundo y cuatro meses bastaron para decidir... volveré a ser mortal!!!

Ahí esta él, pequeñito, frágil , me pregunta si volverá; Ayy corazón, no querer decir la verdad seria mas fácil pero mas cruel a la vez. Enciende la tele como distracción pero sus ojitos se llenan de lágrimas, ha llegado el momento de decirle q debemos continuar y no esperar...

Será q mi vida es solo un poema donde a la melancolía le han dado el protagónico y su banda sonora no podría ser mas dramática que media docena de violines que rechinan hasta crujir el alma del que los escuche.

Jajaja yo ya lo he decido, ya te dije, que solo me bastó un segundo y cuatro meses para despertar el que no despierta, es el pequeñito que se niega a enfrentar la realidad y prefiere no latir, casi de palo pretende parecer y mira el teléfono sintiendo el tiempo muy lento y me acostumbro a su silencio pero no lo acepto, y no pretendo mentirle. ¡Ya muerto no quiero seguir!"

Peter Pan

Diario de un viajero - Miami/09 - Día 3,4,5,6 y 7

De cómo se pueden sintetizar los días en expresiones...

Han pasado las jornadas desde las últimas letras que me atreví a dibujar sobre estas parcelas del internet donde el arado de mis dedos dibujan imágenes con palabras. He estado compartiendo los días con mi madre y mi hermana. Suaves y sosegados días acordes con sus vacaciones, los estados de ánimo y la ausencia del afán del típico turista.

Día 3: Salir de paseo con la dibujante resulta toda una experiencia. Su deseo, asistir a la proyección de una película realmente mágica: Avatar. Disfrute, con un poco de falta de comprensión por el idioma extranjero. Alimentación compartida con la madre y posterior visita a la biblioteca. Los objetos capturados: Dos películas (SmartPeople y Gosford Park), un libro de ensayos y escritos de Italo Calvino (mundo escrito y mundo no escrito), un libro titulado Mujeres que corren con los lobos para que la madre lo lea y un gustito de Rushdie que no creo que pueda leer. Calvino es sabio realmente.

Día 4: La navidad llegó con su aluvión de emociones, compartimos viandas deliciosas, se cantaron las plegarias al niño Dios que arrivó y los regalos bajo el árbol se repartieron al viento de la noche que derramó sus luces en los rostros de tres íntimos habitantes.

Día 5: El comercio rondando las miradas de transeúntes que no se apresuran a andar sus pasos. Las sonrisas se dibujan en rostros satisfechos. Los regalos aún mantienen el ánimo arriba. Se ven caras de la televisión conocidas, hasta el impulso de felicitar su trabajo se presenta. Caminar lento, obtener un helado con chocolate, conquistar un tinto humeante, reirse con ellas. Las fotos son testimonio hermoso.

Día 6: Salir a caminar por las calles de una ciudad soleada y fresca. Visitar establecimientos comerciales. Encontrarlos los últimos ítems navideños y un termo para el café (Lucía, contamos con un pequeño termito donde mantener el tinto caliente). Llegar a casa y dedicarse a ver tv... no hacer mucho y leer. Coomunicarse con el hombre imprudente, establecer una cita. Presentarle a la madre el secreto... verla interesada.

Día 7: Levantarse y ver en los ojos de la dibujante la alegría de descubrir su lienzo (espacio de creación), una memoria para su DSi y el famoso Mario Bros para Wii. Jugarlo de manera compartida y recordar viejos tiempos con la música reconocida y las largas noches pasando los mundos. Después salir de almuerzo tarde, tipo 4 pm. Comprar pan, taza de starbucks y arrimar a Marshalls (Dizque el país del consumo... Ja). Observar unos dibujos animados que disfruta la dibujante; son realmente divertidos (Xiaolin Showdown). Escribir. No apareció el hombre imprudente después de prometer que estaría al medío día listo al encuentro.

Formas diferentes de transmitir las jornadas. Pequeños resúmenes. Puesto(s) al día.

26 de diciembre de 2009

Tributo a Hellraiser


Es insoportable ¿verdad?
El sufrimiento de extraños.
La agonía de los amigos.
Hay una canción secreta en el centro del mundo, Joey,
Y suena como navajas sobre la carne.
Puedes escuchar su eco ahora mismo.
Yo estoy aquí para subir el volumen
Para aplastar la apestosa cara de la humanidad
Contra la oscura sangre de su propio corazón secreto.

PinHead, Hellraiser 3

24 de diciembre de 2009

Diario de un viajero - Miami/09 - Día 2

De cómo el sistema puede satisfacer diversas necesidades...

Después de dormir las 15 horas desde el lunes hasta el martes me levanté un poco "atembao". El primer tinto fue una manera deliciosa de recibir mi segundo día en la ciudad del sol. El clima había mejorado un poco, el frío se había reducido, sin embargo las nubes cubrían por instantes la luminosidad de los rayos solares. Mi hermana seguía muy emocionada con mi llegada y yo con compartir con ellas mi visita. El hombre imprudente llegó a la casa con mamá mientras tomábamos el café en la sala y entonces de manera un poco torpe, nos abrazó, diciendo palabras zalameras acerca del dolor que le producía tenernos lejos. Es poco creíble o al menos suena un poco cínico. Mi silencio se pronunció, los labios se eclipsaron uno encima del otro y una sonrisa estúpida me cobijo alrededor de los 20 minutos que permaneció en el lugar. ¿Qué podía decir? (entre otras cosas porque no entendía que hacía en el sitio, lógico es o era su casa, pero ahi, presente y llamando a mamá como "mi amor"... no comprendía).



Después del pequeño huracán humano que fue nuestro encuentro. Me dediqué a organizar mi maleta, a desempacarme un poco y con mi madre y mi hermana salimos en dirección a un sitio sencillo y sorprendente. Sabía que se iban a hacer pedicure y manicure, pero nunca sospeché un sitio dedicado a eso de manera tan exclusiva. Este país que garantiza el producto masivo en lo que usted desee, le ofrece la posibilidad de hacerse manicure, pedicure y cera en un mismo sitio, pero no es una peluquería, ni un spa.

Llegamos al lugar. Al ingresar quedé boquiabierto. 16 mesas dispuestas como salón de clase atendiendo personal fémino en sus "manicures" y nueve sillas gigantes con contenedores de agua en los pies y a una altura superior que los trabajadores para el pedicure, una especie de trono para el acicalamiento de los pies. Era increíble la hilera de personas atentiendo y siendo atendidas. Una mujer de origen oriental, sus rasgos la delataban, tenía entre sus manos unos pies femeninos que apretaba y manipulaba como haciendo un masaje. Me pareció inmediatamente un personaje para una historia de amor: una mujer oriental en tierras extranjeras con un trabajo agotador que se encuentra algún día con un hombre que va a hacerse un pedicure y que insiste en ir, sin que ella pudiera nunca reconocerle el rostro a él porque solo escucha su voz y no levanta la mirada de sus pies... en fin... es solo una idea.

Sencillamente impresionante. Las uñas le quedaron muy bien a mi hermana y a mi mamá. Es una máquina de hacer uñas bonitas.

22 de diciembre de 2009

Diario de un viajero - Miami/09 - Día 1

De cómo algunas cosas han cambiado...
Llegué el día de ayer de manera muy puntual, incluso antes de lo que la aerolínea había anunciado. Los procesos de inmigración y aduana fueron bastante sencillos, no pusieron ningún inconveniente a mi ingreso al país. Cuando salí, busqué rápidamente el rostro de mi madre y mi hermana, esperaba que estuvieran ahí, pero no, aún no llegaban, por primera vez en mis viajes a este país nadie me recibió al salir. Era un síntoma de lo que ha sido las nuevas configuraciones familiares, los nuevos movimientos. Esperé alrededor de cuarenta y cinco minutos para que ellas llegaran y pudiera darles el anhelado abrazo de consuelo.
Tomamos el bus para regresar a casa. La J primero que nos trajo hasta Miami Beach y luego la nueva T que nos llevó hasta Sunny Isles. Llegué totalmente hambriento y somnoliento, mi madre también partida del hambre, sin embargo nombró una frase reveladora para la situación: "Si, se puede, si, se puede". "¿A qué te refieres?", le pregunté. "Si se puede ir al aeropuerto en bus. Uno que tiene la idea que no, pero se puede". "Claro que si. Se pueden hacer muchas más cosas de las que uno cree, solo que no lo intenta." Entonces sonreímos.
Dejamos las maletas en casa, comimos algo en Pollo Tropical, que es como un kokoriko versión cubana en sabor y estilo, y regresamos a casa. Estaba que me caía del sueño, así que me dejé arrastrar por el cansancio hasta la cama. Antes me cambié y acompañé a mi madre a rezar la novena.
Me acosté alrededor de las 8 pm. Dormí tan sólo 15 horas hasta el día de hoy a las 11:30 am. Que grata manera de descansar.
P.d: Nuevamente señalo que algunos de estos textos tienen más la intención de ejercitar la escritura como oficio y disciplina. Sin embargo guardan su semilla de revelación, por lo menos para mi.

17 de diciembre de 2009

¡Haga lo que se le dé el Clown!


De la agrupación ¿Yo, Clown? llega esta puesta en escena, en la que los personajes viven situaciones cotidianas de manera divertida y paradójica.

16 de diciembre de 2009

Frases sueltas

"Crear una voz exige coherencia. Intentar un diálogo, un coro, obliga al virtuosismo." Yo

"Al generar un diálogo escrito, podemos estar planteando el monólogo de un buen imitador." Yo

Diario de un grupo de escritura: Día 3

La tercera sesión fue poco concurrida. Solo Lucía y El eremita se encontraron en torno a las letras. Ella leyó un fragmento de La loca de la casa que hacía referencia a las muchas formas que tenemos de narrarnos (Pág 10-11 de la edición de Punto de lectura). Después leyeron "Un universo en una sílaba - Vagabundeo en torno a una novela" de Antonio Tabucci, acerca de la relación del lenguaje, su padre y la escritura. Un ejercicio interesante realizado por el escritor para intentar comprender el origen de una de sus novelas.
En su texto hace referencia constante a la voz y las voces, de los de ahora y los de antes, de los que ya no están pero siguen presentes en nosotros. Los otros entendidos como los ajenos, los que conocemos por fuera, e incluso los otros, los otros que hemos sido y han tenido sus propias voces.
Lucía escribió algo hermoso que a continuación transcribo:
"Encontrar la propia voz…. Visto así pareciera una tarea sencilla y hasta absurda. Si la voz la tienes contigo, si tu voz es tuya como lo son tus manos. ¿Cómo puedes perderla? ¿Cómo puedes no reconocerla? Y sin embargo, aunque absurdo a primera vista, necesario en lo fundamental.
Encontrar tu propia voz como quien reconoce su imagen en el espejo, vista desde afuera… como quien se distancia de su mirada y reconoce en el paisaje “su” mirada y no el paisaje. Como alguien que ha tenido que aprender a caminar de nuevo y, extraño a sí mismo, reconstruye su andar que de tanto suyo resulta impensable que fuera distinto.
Encontrar tu propia voz y necesariamente reconocer las voces de otros en sí mismo, que de tan amadas se han hecho propias.
¿Encontrar tu propia voz porque se ha perdido? Entonces…¿quién habla si no soy yo? ¿De qué habla? ¿Por qué se ha diluido en otras voces, se ha entregado al deseo de otro para decir lo que quieren oír?
Multitud de recuerdos, multitud de voces…la voz, la voz, la voz…"

¿Cuál es mi voz? ¿De quién es la que narra, la que escribe? ¿Es mía, es un habitante mío o es una creación con su propia voz?

Otra voces...

Yo: ¿Y quién es cada uno de ustedes?
Eremita: A mi ya me conocés hace rato, asi que no me pongás en estas.
Esteban: Pero yo casi no te conozco, así que preferiría que me dijeras quién eres, de dónde vienes.
Sebastián: no tengo problema en ser el primero. Nací aquí, en Ciudad del Caos, hace poco. Conozco la ciudad desde sus calles y sus movidas. He querido hablar de los que nos acompañan pero temo sus reacciones.
Eremita: Yo no. Cada uno ha de entenderse con sus verdades de a puño, atenerse a sus consecuencias. Uno pregunta y ellos no responde, sin embargo intentan averiguar.
Balthazar: Cada uno su camino, eremita. Los senderos más oscuros pueden traer las revelaciones más hondas. En ello se nos puede ir esta vida.
Eremita: Y vos? Al que no le puedo ver muy bien la cara?
Yo: Pues soy Andrés Felipe, que a veces quedo velado por ustedes. Soy el que simplemente quiere vivir. Con ustedes o solo.
Eremita: Solo no querés estar. Que lo diga Esteban, que te lleva al cine, que te invita a salir con los otros a tertuliar, que...
Esteban: Pues si. A tu pesar Eremita. No lo encierro en sus recovecos.
Balthazar: No discutan. Lo único que intenta saber Andrés es quién de nosotros escribe, lo escribe.
Yo: Si, pero veo que no lo averiguaré en este instante. Solo me miran y se sonríen.


15 de diciembre de 2009

Diario de un grupo de escritura: Día 2

Era el segundo encuentro y resultó una reunión con caracter femenino. Cada uno de los chicos, por diversas razones que fueron exponiendo al Eremita en el transcurso de los días previos a ese jueves, no pudo asistir. El emperador de Fianot se encontraba en tierras natales, visitando su familia, entre ellos su padre, con quien tenía una conversación pendiente. Su comunicación fue escrita, una hermosa misiva que aún hoy, El eremita lee con una sonrisa en los labios ("Me da un profundo pesar no poder estar allá con ustedes y compartir de la escritura"). Hasta pronto, emperador, desde la distancia estarás enterado de lo que acá sucede.
El segundo en avisar fue Frank. Inicialmente solicitó que el encuentro se realizará un día después de lo pactado y el día antes del taller se comunicó, también por vía escrita, con un correo electrónico en el que se excusaba y se autflagelaba: no podía asistir. "Creo que merezco un castigo por lo que haré, pero no tengo opcion. Debo viajar mañana... no podre ir al encuentro...Disculpame con todos...". Sin castigos, sin castigos, el grupo no se trata de sufrimiento.
Alberto, por su parte, habló con El eremita un día antes. Había aceptado un ofrecimiento laboral para hacer unos turnos en una feria del mueble con el fin de garantizar ingresos para los días navideños.¡Cocacola mata tinto!
(Peter pan mantiene una ausencia prolongada. No se reportó al respecto)

Fue así, como Lucía, DVD y Luisa, llegaron al apartamento a encontrarse con El eremita en la segunda sesión del taller. Esta vez una botella de vino tinto y algunos pasabocas acompañaron a los asistentes. Lucía y El eremita salieron a comprarlos, en eso se encontraron con DVD, que venía cansada de su día laboral pero dispuesta a escuchar acerca del espacio. Los tres fueron al supermercado cercano (no pienso hacerle la más mínima propaganda a ese sitio) y compraron lo deseado. Mientras eso sucedía se iban actualizando: las mo-vidas amorosas, las cargas laborales, los chismesitos familiares, en fin, un barrido informativo sobre sus cotidianidades.
Al regresar al apartamento se comunicó Luisa, quien es vecina de El eremita, vive en el mismo piso del edificio. Se encontraba aún por fuera de su vivienda pero le tomaría tan solo unos minutos llegar a la reunión. Mientras ella aparecía, Lucía se acostó a descansar y DVD siguió poniendo al día a El eremita.
Finalmente, llegó Luisa. Con su llegada se encendió la vela y se abrió la sesión del grupo. El vino daba al ambiente un aire de complicidad y los pasabocas acompañaban la conversación. El eremita narró de nuevo su iniciación en las letras y la literatura. Esta vez se fue más atrás, recordó un momento de su vida en el que tuvo relación directa con la lectura. Cuando tenía alrededor de 2 años su madre se sentaba a leerle cuentos de principio a fin, él, inquieto y curioso, pedía que se los leyeran una y otra vez. Eran cuentos infantiles con dibujos grandes y letras grandes. Su preferido era El lobo y los siete cabritos (Dejaré para otro momento la interpretación). Cuando llegaban las visitas, Andresito corría a su habitación, sacaba el cuento y les decía a los que llegaban que iba a leerles. Lo abría y con el dedo índice muy pequeño iba señalando las letras mientras recitaba de memoria el cuento que su mamá le leía todos los días. La gente quedaba sorprendida, según cuenta la madre, porque creían que de verdad lo estaba leyendo. Andresito, quizá se sentía halagado, era su primer público.
Las chicas tuvieron su turno. DVD narró como ha escrito a partir de su adolescencia en momentos determinados de mucho dolor y sufrimiento. Una forma de exorcismo encuentra en la escritura. Sin embargo ninguno de sus escritos ha sobrevivido al tiempo, terminan en manos de las llamas de alguna hoguera encendida en el avivamiento del cierre de los ciclos: "los quemo y es una forma de cerrar". Un momento, no es tan cierto esto, hay unos textos que han sobrevivido al exterminio. Los textos que escribió durante la relación que tuvo con su ex, el rompecristales. Éstos fueron introducidos en una caja y entregados a una de sus mejores amigas hasta que decidiera qué hacer con ellos. Aún estan bajo custodia.
Lucía ha escrito principalmente epístolas. Durante su vida ha escrito a destinatarios que no reciben las cartas. Principalmente han sido cartas de amor, o de desamor como prefiera pensarse. Plantea que no comprende muy bien porque fue invitada por El eremita, que siente que no tiene mucho por escribir y que en este instante siente que hacerlo sería exponerse. Sin embargo, la sesión avanza y con ella va descubriendo que la escritura la invitó y la lleva a derramarse sobre la hoja en grafos.
Luisa inicia diciendo que por su parte ha escrito mucho y siente que quiere volver a hacerlo. Suele dedicarse a la escritura cuando se encuentra triste, melancólica, con un estado de ánimo oscuro. Quiere abrirse a otras posibilidades, quiere que cuando la luz ilumine su espíritu, pueda dejarlo por escrito. Incluso quiere, como consecuencia de lo que sucede en la sesión, intentar escribir sobre otros, crear personajes que no se parezcan a ella de manera directa, ficcionar de manera más libre.
Después que cada uno dio apertura a su presencia en el grupo, se pasó a realizar la lectura que en el anterior encuentro El eremita había hecho con los chicos, el trozo de La loca de la casa. Una vez finalizado, se pasó a leer algunos poemas de Mario Benedetti de su grupo "Epílogos míos", tres para ser exacto: "Como árboles", "Respuesta con segunda", "Por suerte somos otros". Fue inevitable abordar el tema de las ficciones, de cómo las personas se ficcionan en cada una de sus narraciones, cómo en cada conteo de recuerdos se escogen los que se desea y además de ellos se selecciona instantes. Andrés propuso los poemas a propósito de aquellos que lo habitan.
La sesión finalizó en una mezcla afortunada de las preguntas ¿Para qué escribir? y ¿Quiénes son los otros? ¿Los que nos leen? ¿Los que inventamos? ¿Los que nos habitan?
P.d: Es importante señalar que estas bitácoras de las sesiones son un ejercicio de escritura. No suelen resultar poéticas o literarias, sino más de caracter descriptivo. Pido excusas si no tienen una manofactura impecable, su propósito es la práctica del oficio.

A corazón abierto



Con el corazón en la mano miro a través de la ventana de mi habitación. Afuera el caos se manifiesta, nada raro en esta ciudad gris. La ternura de una joven de 13 años con las lágrimas atrancadas entre el pecho y la mirada, que no veo. El amor de una mujer de 53 años desgarrado por la torpeza de un hombre inmaduro que no ha sabido decir adiós. Mi corazón en una mano, expuesto, resonando entre los dedos, diciendo en silencio el dolor qur le produce esas tristezas vistas desde la distancia de un mar que mantiene su oleaje, sin importarse de los pequeños dramas humanos, accidentes de las vidas que no cambian el mundo, sin embargo alteran cada intimidad.
Como cambian los caminos de varias personas cuando una sola toma una (¿mala?) decisión. Ahora él, reposa en los brazos de una tercera, una desconocida que "ha robado su atención", su interés, su lucidez. Él ya era inmaduro antes de conocerla, eso no se lo podemos achacar a su presencia, pero su relación ha hecho que muestre lo peor de sus comportamientos pueriles. Causa heridas y desconozco su capacidad de enterarse. Parece introducir el puñal y olvidar el movimiento, o al menos creer que brinda una caricia. ¡Que obnubilado!
La impotencia reside en no poder evitar el dolor para ellas. En saberlas heridas de gravedad, no de muerte por fortuna, con una abertura que sangra a diario lágrimas de tristeza, un corte por donde se sale a borbotones el respeto que le han tenido a él, la confianza, la estima. Es claro, esto no dará fin a las relaciones, no por ahora al menos, pero las viene deteriorando de a pocos y no sé si él se advierte a este respecto.
Incluso por extensión yo mismo tengo mi hueco, ese por el que me saqué el corazón esta tarde y lo puse al sol, ese mismo hueco por el que ahora dejo que entre el viento frío de Ciudad del Caos para que airee, para que se lleve los enigmas del dolor y permita entrar las bonanzas de la tranquilidad. Un hueco, que como el de ellas, cerrará, sanará y solo dejará una cicatriz que recuerde en la historia este momento, una cicatriz nada incómoda, nada fea, solo una marquita...

Eso espero!

2 de diciembre de 2009

El miedo a escribir 2

Silencio
Miedo
Vacío
Soledad
Silencio

Silencio: Trato entre una orilla y otra para esconder lo oscuro.

Miedo congelado, donde reside lo que siente.

Vacío insondable.

Soledad estrecha.

Silencio oscuro.

El miedo a escribir 1

El miedo es un abismo que te invita a saltar pero te advierte sobre el riesgo. ¡Que malo soy! Eso ya fue escrito por otro, por Kundera, o bueno algo muy similar. He ahí una de las formas que puede tomar mi miedo, el miedo a no ser auténtico, a simplemente reescribir a otros con mis palabras, a intentar decir algo de mi, algo no dicho por mi y terminar invocando a terceros, a cuartos, a quintos.
El miedo... en el taller se habló de las múltiples voces, de los muchos que somos, de las ficciones que podemos construir desde nosotros, las muchas formas de contar-nos.
Sin embargo quien garantiza que esas voces sean variaciones de la mía y no de otros, mía y no ajena, mía y no de tantos que he leído... en este punto decido invalidar todo lo que hasta el momento he escrito.
En este punto mando al carajo el miedo en abstracto y lo autorizo a instalarse en mis dedos para afirmar: el miedo es a no decir nada por más que escriba, ccomo lo acabo de hacer, hasta el momento no he dicho nada de eso que se puede decir.
La verdad es que todo esto es falso, incluso esto que acabo de afirmar.

1 de diciembre de 2009

Diario de un grupo de escritura: Día 1

Era un viernes de noviembre. El último a decir verdad. Fueron citados seis participantes para el primer encuentro. Las seis con cuarenta de la noche se instalaron en el reloj del celular que El eremita miraba constantemente, estaba ansioso. La primera vez sería en su apartamento, él era quien los había convocado y no sabía como se relacionarían entre sí, si habría empatía entre ellos y ellas o si por el contrario, al verse una reacción química lanzaría cada uno a una esquina diferente de la habitación. En la mañana había arreglado la sala y el comedor, limpieza profunda para exorcisar anteriores energías y dejar todo listo para el espíritu creativo que se colaría entre las manos y piernas de los invitados. Compró unas astromelias moradas, que ahora, en mitad de la mesa del comedor, cerradas, sugerían lo que la noche traería: Iniciación.

El primero en llegar fue El emperador de Fianot, diez minutos antes de la cita. un joven oriundo de las tierras nariñenses, estudiante de microbiología en la universidad javeriana y con proyectos de escritura activos que El eremita esperaba que vinculara al espacio que le ofrecía.Traía su acostumbrada barba, el pelo corto, frenos para corregir mordida y su maletín cruzado. Es el menor de los invitados, acaba de cumplir 25 años y su juventud se expresa a través de sus ideas de rebeldía y autonomía, de sus manifestaciones emocionales de ira ante el autoritarismo y la crítica.

Dos minutos después arrivó Frank. Venía impecable, como suele vestir (había un agravante tenía una cita para ir al cine después del encuentro). Es un hombre trigueño, de estatura media en Colombia, actualmente en búsqueda de sus verdades, de las más íntimas y de las más públicas, de las que cobijan a los humanos como especie con lenguaje. El deseo se ha venido cruzando en el camino y él, entre juguetón y travieso, se ha dedicado a diseccionarlo para encontrar su mecanismo, para develar su enigma.

Dimos inicio al espacio. Encendí una vela amarilla a modo de apertura, no sin antes ofrecer elixir de cafeína y agua a los convocados. Veinte minutos después, corriendo como suele sucederle, llegó uno de los invitados a quien por ahora llamaré Alberto (ya podremos descubrir su nombre literario). Venía acalorado, con el saco en la mano y agitado. El transmilenio lo había atrapado más de lo esperado y hasta ahora le daba la libertad. Fue presentado formalmente ante los otros dos y una vez aceptó una taza de café solicitó un lapicero o lápiz o "algo con lo cual escribir". En sus manos Memorias de Adriano, de Yourcernar, sin embargo no traía algo con lo cual dejar testimonio en las hojas de su cuaderno.

Presenté el propósito de convocarlos, anuncié que faltaban tres personas por asistir. El club de lectura y escritura es una proyección del anterior espacio que viví en el taller Entre la piel y el papel, del que hay noticia en el presente blog. Iniciamos presentando la relación que hemos tenido cada uno con la escritura, empezando conmigo que me devolví hasta las primeras revistas que me atraparon entre sus letras: LO desconocido, se llamaba la serie. Creo que aún sigo intentado asir eso, lo desconocido, a través de la lectura y otro tanto a través de la escritura.
Escribí durante mi adolescencia, envié mis cuentos a concursos que no gané, pertenecí a una revista adolescente, en la universidad se desataron mis dedos a través del chat, de los emails, del word y de las crayolas con lapicero. Escribí hasta el hartazgo, re-organizándome, dándole nuevo sentido a mi vida y cuando sentí que algo había conseguido de bienestar, se fueron disminuyendo las letras hasta quedar reducido a algo esporádico que se reactivó con el taller que acabé de tomar. Por ello, mi interés es dar continuidad a la ruptura del dique, sin que nuevamente muros se interpongan entre el lapiz y el papel, entre las teclas y la pantalla.

El emperador de Fianot nos contó sobre sus avances de escritura, sobre el descubrimiento de los blogs como espacio de expresión, sobre la actual orientación hacia la comunicación social como profesion... quiere terminar microbiología porque "no soporto dejar las cosas sin terminar". Actualmente tiene tres blogs: uno de expresión de emociones, otro donde espera contar la historia de Fianot y uno que se ha constituido en un cuaderno de sus clases. El emperador de Fianot multimedial!

Frank ha escrito para sí mismo, más que para los otros, pero en el encuentro con los otros, cuando les presenta o lee lo escrito se re-encuentra consigo mismo, con los sentidos que a través de las letras propone. Escribió libros técnicos que fueron publicados (es administrador con especialización en finanzas) y ahora quiere darle continuidad a un proceso de autodescubrimiento a través de la escritura de reflexiones, ideas, frases... además que ha venido realizando una exploración de la muerte, no necesariamente con propósitos suicidas, sino con el ánimo de comprensión...

Llamó DVD, no llegó. A mitad de la presentación se comunicó esta mujer con la que el eremita se encontró hace tantos años. DVD le ofreció disculpas, pero los compromisos laborales con la secretaría de algo en el distrito, no le permitieron llegar. Trabaja en relación con los menores de edad y el sistema de protección, en una de las fundaciones hubo alaracas y no pudo salir antes, le tocó intervenir. Es una mujer de estatura pequeña, muy directa, clara e inteligente. Para ella es algo atrevido asistir al encuentro de escritura y lectura, es una genuina iniciación.

Se presentó Alberto. Es un lector empedernido por influencia de un padre comunista y amante de las letras. La escritura ha llegado como consecuencia de tanto devorar textos ajenos, es como si hubiera sido necesario que de tanto alimentarse tuviera que expulsar algo propio y de ahi vinieron las propias letras, pequeños textos, poemas, ensayos, que incluso han sido publicados. Lleva año y medio en bogotá y precisamente vino tras "el sueño capitalino", encontrar en estas tierras frías lo que su bucaramanga no le ofreció: posibilidades de acercarse a lo literario, oportunidades de (re)descubrir el amor y opciones laborales para hacerse a un nuevo camino.

Quien tampoco asistió fue Lucía. Mujer treinteañera con quien comparte apartamento el eremita. Ese día se encontraba cansada e indecisa respecto a su participación en el grupo. Se encerró la habitación y durmió largamente mientras en la sala de su casa acontecían todos estos sucesos narrados.

Por último, el sexto, el presente ausente, Peter Pan, el Gnomo, Arturito, Alex, el veterinario, no le era posible manifestarse físicamente. Lo hizo a través de las palabras de El eremita, quien lo invocó en su intención de participar del grupo, en su deseo de realizar un libro sobre el amor entre los hombres, en su necesidad de escribir acerca de la forma como él concibe el afecto y otros, esos otros con los que se relaciona, dan cabida al amor.

Frank debió partir, su compromiso cinematográfico lo halaba. Se concertó la siguiente cita y se establecieron las tareas: escribir sobre el proyecto que será hilo conductor de la intervención de cada uno en el grupo y pensar y proponer nombres para el grupo.

Entre los tres que quedaron leyeron un fragmento del libro La loca de la casa, de Rosa Montero, texto que El eremita había leído con anteriorida y fragmento que había trabajado en el taller que recibió. Posterior a la lectura cada uno de los participantes escribió en 20 minutos acerca de lo que quisiera. Se leyeron los textos y las sonrisas se trazaron en los rostros de los hombres (para el escrito de El emperador ir a: http://fbtonouka.blogspot.com/2009/11/taller-literario-i.html ; para el de El eremita, revisar este mismo blog). Se recapituló lo ocurrido y se apagó la vela dándole punto final al encuentro.

La despedida fue en la calle, ante una tienda en la que El eremita compraría algo de comer, mientras Alberto y El emperador de Fianot, encendían sendos cigarrillos con los cuales acompañar sus pasos hasta el transporte que los condujo a cada uno a casa.