18 de octubre de 2009

Un atardecer

Ayer, durante el taller de escritura me enfrentè con una tarea: Seleccionar un dìa importante y escribir sobre èl.
El primero que vino a mi memoria fue el dìa que recibì la primera llamada aterradora que me llevò a tomar la decisiòn de salir de mi natal Cali. Sin embargo, algo en mi interior se negò. Insistì, querìa escribir al respecto. NO-NO-NO, replicò. Me ajustè un poco decepcionado.
Empecè a escribir sobre la dificultad de encontrar un dìa importante y entonces vino a mi mente el dìa que me despedì de mi madre en el aeropuerto de estados unidos. Yo habìa viajado con ella y mi hermanita, al encuentro de mi padrastro y mi abuela, quienes se encontraban viviendo en Miami. De regreso, solo volvìa yo. Retornaba para continuar mis estudios en psicologìa y mi madre se quedaba en estados unidos para casarse con mi padrastro y para que mi hermanita fuera reconocida como residente del paìs.
Cuando fuimos al aeropuerto para abordar el vuelo que me traìa de vuelta a Cali, mi madre consiguiò que la dejaran seguir hasta la sala de espera. Nos quedamos los dos a solas. Lo que escribì ayer hacìa referencia a lo que pensaba en ese momento y lo que sucedìa en lo tangible, en lo visible. Eran zonas paralelas que no se fundìan màs que en mi cabeza.
Despuès de la intervenciòn de algunos compañeros del taller leyendo sus experiencias, tomè la decisiòn de no trascribir completamente mi texto. Era como si hubiera delineado todo el contexto, la situaciòn, para culminar con un pàrrafo, en el que ahora siento se expresa plenamente lo sucedido en ese dìa. Parece que la economìa de la palabra aplica en estos casos, quizà muchas de las letras sobran y las pocas imàgenes trazadas son suficientes para decir y dejar lugar al silencio.

"Erase una vez un joven universitario que contemplaba un atardecer como un adiòs, a travès de la venta de un aviòn que cruzaba el atlàntico hacia el sur. Veìa en el horizonte el sol que se zambullìa entre las aguas y el cielo tornàndose purpùreo, àmbar y celeste. Metàfora armoniosa, esplèndida, bella, de la separaciòn. El sol cortaba las cadenas al dìa y, sin ser su directa intenciòn, le abrìa el camino a la noche. En lo oscuro tambièn habita la luz"

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